Una singular orquesta de 45 chicos de barrios carenciados de Capital
Federal se presentó el miércoles 29 de diciembre, en el Aeroparque
Metropolitano. De este modo, los jóvenes músicos, finalizaron una serie
de funciones que habían comenzado el pasado 23 de diciembre en el
Hospital de Ezeiza, Alberto Eurnekian y que continuaron en el Aeropuerto
internacional de la misma localidad.
Los intérpretes provienen de
los barrios de Lugano y Retiro reunidos por Néstor Tedesco, músico del
Teatro Colón y jefe del proyecto dentro del Programa de Inclusión Social
Orquesta Infantil y Juvenil.
Los músicos tocaron tango y otros
ritmos nacionales y mostraron todo su talento, por su parte los
pasajeros disfrutaron de un hermoso espectáculo. La iniciativa cuenta
con el apoyo de AA2000 junto a su presidente
Ernesto Gutiérrez Conte que
donó 100 instrumentos al Programa para que los chicos puedan continuar
con su desarrollo musical.
Los integrantes de la orquesta tienen
entre 8 y 17 años, se encuentran en etapa escolar y asisten a las clases
de música para estudiar las técnicas de diversos instrumentos como
violín, viola, violonchelo y contrabajo, entre otros. El Proyecto
Orquesta Infantiles y Juveniles es esencialmente comunitario e involucra
y beneficia al niño, a la familia y al contexto social en el que se
desarrollan.
Comenzó a funcionar en octubre de 1998 con sólo 30
chicos. A partir de ese momento una gran cantidad de niños y niñas de
zonas históricamente postergadas, han podido descubrir el fascinante
mundo del sonido. Así, esta actividad formativa se refleja en
importantes modificaciones en la conducta, que pueden relevarse en un
amplio abanico que va desde el rendimiento escolar hasta las sonrisas
cotidianas. Hoy participan 1.662 chicos, distribuidos en 11 sedes donde
se forman y ensayan 17 orquestas.
Además contempla dos aspectos
básicos: la experiencia formativa inicial que apunta a lo social ya que
involucra tanto el aspecto específico que la música contiene, como el
desarrollo de la capacidad de trabajar con símbolos, valores abstractos
como el sonido, su gratificación, la solidaridad, la atención necesaria
hacia otros y el sincronismo en la actuación grupal. El otro punto
atiende el desarrollo específico en la enseñanza musical, con el
objetivo de comenzar a "tocar un instrumento junto a otros", "aprender
junto a otros". La orquesta opera como generadora del conocimiento
colectivo individual.
Este proyecto permite a los niños ser
protagonistas en un espacio de reconocimiento social. También les ofrece
la oportunidad y los medios alternativos para apropiarse y fortalecer
valores y hábitos solidarios de convivencia que faciliten su aprendizaje
y su inserción social.