En concordancia con la celebración del
Bicentenario de la Revolución de Mayo, y dando muestra de su compromiso con el
arte y la cultura nacional, Aeropuertos Argentina
2000-presidida por el empresario
Julio Ernesto Gutiérrez Conte- ha decido apoyar a una de las artistas plásticas
más reconocidas de nuestro país, Marta Minujín en la presentación de su más
reciente obra, el “Obelisco Dorado Multidireccional”.
Sobre la base de siete metros de altura,
consiste en cinco estructuras de la conocida edificación, una de las cuales se
encuentra vertical y las otros cuatro toman distintas posiciones buscando la
horizontalidad. Según la propia Marta Minujín, “El Obelisco multidireccional
descoloca al espectador haciéndolo sentir que todo cambia a su alrededor según
el punto de vista desde el que se lo esté mirando, y lo obliga a reflexionar
sobre la Argentina que cambia constantemente, que sube y baja”.
Durante los cuatro días en que se pueden
disfrutar de las propuestas de arteBA ´10, Aeropuertos
Argentina 2000, liderado por Ernesto
Gutiérrez Conte invita a descubrir el último de los “obeliscos” que ha
creado esta artista bajo el lema que “no todo lo que brilla es oro”.
El primer obelisco que hizo Marta Minujín fue en
1964. En esa oportunidad lo recubrió con helado Laponia de distintos gustos
para que la gente lo degustase. En 1973, colocó gelatinas de colores sobre las
luces que iluminaban el obelisco de Washigton DC, en Estados Unidos, causando
sorpresa en los transeúntes que veían tornar el simbólico monumento blanco, al
color rojo. De regreso a Buenos Aires, luego de una larga estadía en Estados
Unidos y en Francia, decidió acostar otro obelisco y llevó a cabo su “Obelisco
acostado”, de 74 metros de largo, que fue presentado en la Primera Bienal
Latinoamericana de Arte en San Pablo en 1978.
Minujín documentó el traslado de la obra de
Argentina a Brasil. Un año más tarde, realizó el famoso “Obelisco de Pan
Dulce”, de 30 metros de altura, con motivo de la Feria de Las Naciones en
Buenos Aires. El monumento estaba recubierto por 30.000 panes dulces, que luego
fueron obsequiados al público. Este fue el primer monumento de arte comestible
del mundo. Recientemente se inauguró en la Plazoleta Isidro Ruiz Moreno, en
Cerrito y Posadas, de la Ciudad de Buenos Aires el “Obelisco Plateado
Multidireccional” en homenaje a la Reina del Plata.