Normal
0
21
false
false
false
ES
X-NONE
X-NONE
MicrosoftInternetExplorer4
Aeropuertos Argentina 2000,
liderada por Julio Ernesto Gutiérrez
Conte, fue la encargada de recibir a la selección argentina que participó
en los Juegos Paralímpicos que se llevaron a cabo días a tras en Londres. Los
deportistas arribaron al aeropuerto Internacional de Ezeiza y contagiaron a
todos el orgullo de su esfuerzo. Los 40 participantes, de un total de 105
integrantes de quince disciplinas, regresaron a encontrarse con sus familiares,
después de tanto esfuerzo y dedicación que los llevó a obtener una medalla de
plata y cuatro de bronce.
El riojano José Efron, de 22 años, ganó la medalla de plata en Judo en la
categoría hasta 81kg. Su alegría y orgullo estaban a flor de piel. Pero lo más
notorio fue el sentimiento de equipo que en todo momento demostró en las
sonrisas cómplices y los lazos irrompibles junto a los tres ganadores de
medallas de bronce.
El velocista Hernán Barreto, el judoca cordobés Jorge Lencina y la nadadora
Nadia Báez ganaron medallas de bronce en sus categorías y también regalaron
emoción y compromiso. Rodrigo López, que no formó parte de esta comitiva que
llegó al país, obtuvo su medalla de bronce en ciclismo.
José María Valladares, presidente del Comité Paralímpico argentino (CoPal) y
jefe de la misión nacional, explicó que a diferencia de los juegos de Beijing
2008, al que viajaron 80 atletas que compitieron en nueve deportes, “en los
Juegos de Londres 2012 la misión argentina ascendió a 105 integrantes que representaron
al país en 15 disciplinas.”
También agregó: “El objetivo del CoPal es lograr un deporte cada vez más
participativo e inclusivo. Hoy en día, las personas con discapacidad pueden
elegir entre 30 opciones deportivas en el país. Este crecimiento nos llena de
orgullo. Creo que vamos por el camino correcto”.
Los familiares recibieron a los atletas con regalos, aplausos y lágrimas.
Pero sobre todo con un profundo sentimiento de orgullo y pertenencia,
reconociendo la entereza de estas personas que demuestran día a día que las
discapacidades no son tales cuando se tiene espíritu y garra.